Miles de personas usan una misma crema tanto de día como de noche, sin embargo las cremas nocturnas son muy diferentes por diversos motivos. Las cremas nocturnas activan la regeneración y la reparación celular de los daños que pudieron causarse durante el día, por otro lado las cremas de día protegen y dan energía a los sistemas de defensa para reducir las agresiones exteriores.
Algunos investigadores mencionan que alrededor de las tres de la mañana la síntesis de fibras de colágeno alcanza su punto máximo. También se activa la microcirculación en vasos y capilares sanguíneos; se refuerza el drenaje de agua, lo que permite una eliminación más eficaz de las toxinas. Además, la permeabilidad de las células es mayor, lo cual facilita los intercambios celulares. Por ello, cuando las horas de descanso no son suficientes, la regeneración celular es menos eficaz, la piel se desequilibra y al no poder cumplir sus funciones nocturnas, envejece más rápidamente.
Cuando se formula una crema nocturna se recomienda que se incluyan agentes despigmentantes como el Ascorbil Fosfato de Sodio o si su aplicación es para productos antiedad se puede utilizar el Aceite graso de Tamanu, vitaminas como la E, entre muchos otros activos.
En el caso de las cremas de día, en ellas se deberán concentrar activos que ayuden a la protección, por ejemplo: si es para protección solar se pueden adicionar filtros y pantallas, ahora si se quiere proteger de un agentes químico puede utilizar un antioxidante como el Aceite de Pepita de Uva.